Ve la lluvia a través del cristal de su ventana. Se siente protegida del frío de la intemperie. De las gotas. Del viento. Se siente segura y capaz bajo su techo. Capaz de afrontar lo que queda de día, de semana, de año, de vida. Tiene un lugar del que partir. Un lugar al que volver.
Vuelve a mirar la lluvia pero algo ha cambiado. El cristal ya no le protege. La ventana no le defiende del frío ni de las gotas ni del viento. Se siente insegura, así, sin techo. Incapaz de afrontar lo que queda de día, de semana, de año, de vida. No tiene ningún lugar del que partir, ningún lugar al que volver.
Hogar, dulce hogar
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Es absolutamente indecente que en nuestra tierra, que recuerdo aquí que pertenece a la vieja Europa, consintamos que Seres Humanos vivan tan desprotegidos por ese gobierno que debería ser el garante de todos nosotros… Si estás esperando una resolución por parte del arcarde la llevas clara… Hay que presionar hasta el final!!!… En esas estamos!!!.