Si Ulises tuviera móvil, ¿llegaría a Itaca? ¿Su ida y vuelta, con Google Maps, acabaría antes o se despistaría por el camino buscando atajos?
Mirando todo el rato la pantalla, ¿podrá esquivar abismos y derrotar dragones?
Con los cascos puestos, ¿escuchará cantar a las sirenas? ¿Nos irá contando su viaje en redes sociales?
¿Y Penélope?, ¿esperará tricotando hasta que a él se le ocurra volver? ¿Intercambiarán mensajes cada día? ¿Se mandarán fotos y localizaciones? ¿Si tarda mucho, romperán por wasap? ¿Se abrirá un Tinder y pasará del viajero egoísta ése? ¿Se pillará unos pasajes online adónde le venga en gana y, si eso, nos vemos a la vuelta?