gente rara

Quienes habitan esa casa son gente rara, no son como el resto del barrio. Son de esa extraña clase de personas que dan los buenos días y sonríen. Ayudan a cruzar a las ancianas y hasta les llevan las bolsas de la compra.

Dejan las puertas de su casa siempre abiertas y cuando encuentran animales abandonados, los adoptan.Viajan en transporte público o, peor, caminan y se trasladan en bicicletas. Toman el sol en la azotea y para calentar el agua. Se alegran cuando pega el viento, disfrutan viendo sus molinillos alocados.

En esa casa nunca van a la iglesia pero, cuando llegan las fiestas salen a decorar las calles, organizan conciertos y juegos en la plaza, hasta reparten bocadillos de colores y golosinas.

El barrio les mira con desconfianza. Nadie les da conversación, pero se les oye hablar con calma, jamás gritan y aportan ideas que nadie ha escuchado nunca antes.Desde el botaguas de su tejado a veces salen nubes.

Hay días

Hay días en los que la tripa se me encoge

así, por su cuenta

Y con ella, se diluyen todas las verdades

las que levanto a pico y pala

intentando solidificar la existencia

en busca de un fortín en el que parapetarme

donde sentirme a salvo

viendo pasar lo que pasa allá afuera

Hay días en que las verdades y las piernas me tiemblan

Los miedos se apoderan de mis previsiones

y me quedo sin recetas ni casillas de salida

desde donde volver a empezar

Solo busco un rincón oscuro en el que desaparecer

una escondite insonorizado

al que no lleguen los ladridos

ni sus ecos

Ni el pitido del vacío

del sinsentido

Hay días en los que no me cabe el traje de mis propias mentiras

la coraza que diseño para seguir adelante

corriendo a la siguiente página del puto calendario

PD

Qué manía tiene la gente por seguir viviendo

por vivir eternamente

hay días que les entiendo todavía menos