Monótonos, como el bipartidismo
Vacíos, como un discurso de Rajoy
Complacientes, como la estadística
Absurdos, como editoriales de El Día
Narcisos, como tertulianos profesionales
Serviles, como el riesgo y su prima
Irreconciliables, como abundancia y hambruna
Patológicos, como la egolatría
Interesados, como políticos
Sumisos, como esta democracia
Los tiempos que nos corren
espejismos que otros inventan
baratijas que consumimos
en las rebajas que habitamos