Cuentan de ella que fue una roca orgullosa
la más alta y retratada
donde todos los humanos querían trepar
pero solo unos pocos lo conseguían
Dicen de ella que, durante siglos
soportó tormentas
nevadas
y temblores
que la fueron desgastando
hasta que aquel rayo maldito la partiera en pedazos
en tantos
los suficientes para que rompiera su equilibrio
y cayera
ladera abajo
triturándose aún más
Así fue como llegó hasta la orilla
donde la marea culminó el trabajo de la erosión
Hoy acaricia la espuma
ola va
ola viene
y dibuja las huellas de quienes andan por su playa
se convierte en castillos
en bolas lanzaderas de juegos infantiles
Y se le ve especialmente feliz
cuando, de noche
brillan las estrellas
sobre su panza arenosa
humedecida por la última ola.