Acecha
a la espera de un silencio oportuno
Se cuela
y pronto se hace fuerte
enturbiando
una a una
todas las ideas
Refuerza las murallas
y despierta el vértigo
Agarrota el cuello
seca la garganta
y avanza con púas por la espalda
Difumina los caminos
les borra los destinos
Congela el aliento
entumece las piernas
derriba las manos
secuestra el aire
Abandera el sinsentido
y enaltece la rendición
Pero basta una mueca
una imagen
un sueño
para recuperar todo
el empuje, los puentes, la intuición
con que derrumbar murallas, sortear abismos, inventar caminos
Porque ni siquiera el miedo
tampoco él
es invencible.