Rumbo

Estaba en días revueltos, de cambios y decisiones. De frustraciones cotidianas, compromisos y sueños por resolver. En eso andaba cuando, de pronto, se abrieron algunas puertas rebosantes de retos. Y, con ellas, las dudas, acompañadas de algún que otro miedo: ¿Seré capaz?, ¿estaré a la altura?

En la mochila, lo aprehendido y vivido: un puñado de habilidades, un montón de conceptos algo mohosos, la mirada atenta, la percepción encendida, la confianza en la intuición y el reflejo creativo… Al timón, el siempre delicado cultivo de la serenidad.

Al otro lado: un mundo por descubrir y descifrar.

Eleven anclas. Zarpamos.


La Jurria

No conocía la palabra. Tampoco a quienes me la enseñaron, pero nos bastaron unas semanas para descifrarnos y encontrar puntos de coincidencia, aficiones e inquietudes comunes, ésas que nos empujaron a poner en marcha este proyecto de crear una revista de y para la juventud de La Victoria de Acentejo, con un puñado de ideas en los bolsillos y mucho camino por descubrir.

Hubo encuentros y desencuentros, facilidades y tropiezos, momentos de euforia y desesperanza, pero aquí está. Aunque este primer número no es la meta, sino el comienzo de un compromiso con nosotros mismos, con un trabajo que ilusiona a los jóvenes y no tan jóvenes que la hemos soñado, discutido, definido y materializado.

Para algunos es un «derroche». Otros no verán en ella más que una floja revista más. Para quienes la hemos parido, en cambio, es el resultado de la conjunción del trabajo y la creatividad de un colectivo que opta por invertir su tiempo de ocio en descubrir y crear, en equipo, compartiendo y difundiendo cultura, valores… ingredientes siempre escasos y que, de no ser por esta jurria, se diluirían en la esquina de cualquier plazoleta, entre apatías, frustraciones y vaya usted a saber qué malos humos.

Según el diccionario de canarismos, jurria es una reunión de muchas personas.
Si pinchas en la imagen, accedes a la revista en formato PDF.

Hipatia


Hipatia mira al cielo, intenta descrifrar la armonía del Universo. A su alrededor, los humanos se acribillan en nombre de sus dioses. Como siempre.

La estética del Ágora de Amenábar, mejorable. Me quedo con el personaje: una mujer en busca de respuestas, que no cede a verdades impuestas, por muy sanguinarios y poderosos que sean sus inquisidores, pero que tampoco permanece al margen de los conflictos de su tiempo.

En los colores del atardecer

When your whole world is shaken from all the risks we have taken
Dance with me, dance with me in to the colours of the dusk

Cuando tu mundo se ve sacudido por todos los riesgos que hemos tomado,
baila conmigo, baila conmigo en los colores del atardecer (o crepúsculo)

When you have awoken from all the dreams broken
Come and dance with me, dance with me into the colours of the dusk.
Dance with me in to the colours of the dusk.

Cuando has despertado de todos los sueños rotos,
ven y baila conmigo, baila conmigo en los colores del atardecer
Baila conmigo en los colores del atardecer

The paths we are walking on, they crumble behind us
But if we leave now, they will never find us
And if this crazy world spins itself down to dust
I want to be with you in to the colours

Los caminos que andamos se derrumban detrás de nosotros
pero si nos vamos ahora, nunca nos encontrarán
Y si este loco mundo gira sobre si hasta que se haga polvo
quiero estar contigo en los colores.

When you again start hoping with your arms wide open
Come on dance with me, dance with me into the colours of the dusk
And all will be right dancing like water with the light
Dance with me, won’t dance you dance with me in to the colours of the dusk?

Cuando empiezas otra vez a tener esperanza con tus brazos completamente abiertos
ven, baila conmigo, baila conmigo en los colores del atardecer
y todo estará bien bailando, como el agua con la luz
Baila conmigo, ¿querrás bailar conmigo en los colores del atardecer?


Colours, de Ben Harper

La naturaleza espontánea

imagen: Ana I. Martín

Del Tao Te Ching, el libro del Tao, de Lao Tse:


La suprema bondad procede como el agua.
El agua llega a todas las cosas y las favorece, porque no busca el poder.

El agua permanece en los lugares que otros desdeñan.
Esto hace que se parezca al Tao.

Viviendo halla la alegría de vivir.
Sintiendo encuentra el sentimiento.
Siendo amigo de todos encuentra la armonía.
Ama la veracidad en sus palabras.
Ama el orden y la justicia en el gobierno.
Actúa con justa medida y es oportuno en la acción.

Así, al no haber lucha, no se impone, no existe el daño.

Tobogán

Me deslizaba. La caída era, por momentos, divertida. En otros, provocaba cierto vértigo. Los giros, aunque parecidos, resultaban diferentes, únicos. Pese a todo, había poco que descubrir, el camino estaba hecho. Apenas dejaba margen para maniobrar o improvisar. A juzgar por el aspecto, muchos lo habían recorrido antes. Así que me dejé llevar, disfrutando del paseo, encontrándole el lado lúdico a los baches y el meneo.