Hay actitudes que se interiorizan o no, que es preciso mamarlas desde pequeño o someterse a tratamiento de choque. Las vallas publicitarias ni los anuncios televisivos corrigen males endémicos.
Tampoco creo que esto de la violencia en la pareja sea nada nuevo. Sólo que ahora se cuenta y hasta abre telediarios. Algo que, hace unas décadas, era un derecho de los machos sobre sus hembras que, si huian de sus maltratadores, eran detenidas por abandono del hogar.
De cualquier forma, encontré este vídeo que, dentro de su dramatismo, me resultó estético, impactante. Aunque quiero pensar que ninguna de las personas que se asoman a este blog, ya sea por casualidad, precisan que les recuerden estos mensajes.
A saber, porque para el egoísmo patológico y violento no existen edades, clases sociales ni niveles culturales.