Acudí al estreno de Algo que aprender, el nuevo cortometraje de Digital 104, escrito y dirigido por María Eugenia Arteaga, porque en la presentación a los medios de comunicación me gustó el ambiente que se respiraba entre ellos y la coincidencia de todos en resaltar cuánto habían disfrutado con el trabajo. Me apasionan las historias contadas en poco espacio, con pocas imágenes o palabras, y me picaba la curiosidad por descubrir qué nos quería contar aquella joven a la que le temblaba la voz en la rueda de prensa. Una joven que, con ésta, firma ya su séptima película. Por eso no dudé en acercarme al Price.Los dibujos de Adrián Miguel Delgado son el hilo conductor perfecto. No en vano el ilustrador se llevó un largo aplauso de la sala que, para asombro de propios y extraños, estaba repleta de público.
De todas las secuencias, me quedo con dos miradas de Pape Monsoriu. Una, frente al espejo, sin reconocerse en aquel encuentro sexual furtivo. La otra, al volver a casa, tumbada sobre la cama en posición fetal. El vacío.
